El tema del que hoy quiero hablaros es carne de cañón en los tiempos que corren. De nuevo, el ser humano parece no ponerse de acuerdo y lo que nos queda es nuestra opinión personal, así que hoy muestro la mía, mi opinión sobre el control parental en adolescentes, y en esta entrada, concretamente respecto a la Industria musical.
El la última década el control parental hacia nuestros hijos ha salido a la palestra, multitud de defensores y detractores han visto la luz y fundamentalmente encontramos dos posturas al respecto:
- Nuestros hijos no deben estar expuestos a ningún tipo de control parental ya que ello conlleva generarle más interés por aquello que le limitamos o «prohibimos».
- Nuestros hijos deben estar expuestos a control parental hasta que sean personas maduras y responsables para consigo mismas y el prójimo.
Desde ya adelanto que me considero partidaria del «segundo grupo» y os cuento en esta entrada el por qué.
Sinceramente no creo que el hecho de limitar o prohibir algo, incite a ello de forma generalizada, por ejemplo, no solemos dejar comer mierda a nuestros hijos, no solemos dejarle que jueguen con cuchillos cortantes y no por ello sentenciamos a nuestros hijos a que se conviertan en coprófagos o en carniceros. No nos dejemos engañar. Tal y como está hoy en día el «mundo de redes» y la tecnología multimedia, considero, no sólo necesario el control parental, sino primordial para un desarrollo óptimo y pleno en las capacidades de nuestros hijos, y como suelo decir, de adultos que hagan lo que les dé la gana.
Los adolescentes arrastran una infancia de contenidos «corruptos». Los contenidos a los que están expuestos los condicionan constantemente, la era de las aplicaciones móviles para niños y los dibujitos violentos y acelerados, con contenidos realmente sospechosos van creando conductas y patrones de comportamientos no deseados. El paso a la adolescencia conlleva cambios importantes en el desarrollo del ser humano, por ello, considero el control parental como algo indispenable.
Control Parental en Contenidos Musicales
No es casualidad que la pequeña Hannah Montana (Disney Channel) se haya convertido en una descarada Miley Cyrus, con canciones cuyas letras hacen que nuestros adolescentes confundan el valor del amor, de ellos mismos y de la vida en sí misma. Hé aquí un ejemplo:
Las 7 cosas que odio sobre ti
las 7 cosas que odio sobre ti
eres en vano tus juegos, eres inseguro
me amas, te gusta ella
me haces reir, me haces llorar, no sé que lado comprar
tus amigos son idiotas y cuando actúas como ellos sólo sé que duele
quiero estar con el chico que conozco
y la séptima cosa que odio más de ti
me hiciste amarte
Yo no sé ustedes, pero yo escucho a mi hija cantando esta canción y me da algo. No voy a entrar a analizar letras de Reggaeton, de Skakira, Lady Gaga, etcétera, eso lo dejo quizá para otro post. Nuestros hijos, aún no se han forjado completamente en la etapa adolescente.
Con respecto a los videoclips, más de lo mismo. Nos venden al ser humano y más concretamente a las mujeres como un producto meramente sexual, un mercado de sexo y drogas idolatrado. De verdad, o nos damos cuenta de esto o el mundo se va a la mierda. Qué hijos de puta son.
Con esto no digo que nuestros adolescentes tengan que estar en continua prohibición, pero tenemos que trabajar dos aspectos importantes:
- Facilitarles herramientas que acerquen a nuestros hijos a la seguridad de sí mismos, al respeto de su cuerpo y sus principios. Enseñarles a que sean críticos y a amarse a sí mismos por encima de lo que impongan las modas y la sociedad.
- Mostrales lo que pensamos abiertamente, algún día se toparán con este tipo de contenidos, y es de vital importancia que sepan reconocer el trasfondo. Literalmente quieren destruir al ser humano.
Veo MK Ultra por cada rincón musical dirigido a nuestros jóvenes, no puede ser casualidad padres y madres. Puesto que el control parental abarca muchísimos aspectos, dedicaré cada tema específico en un post diferenciado.
Evitemos el consumo de la industria comercial musical a nuestros hijos y ayudémosles a forjar un espíritu fuerte, la música es uno de los mayores regalos que tenemos, pero nos quieren vender otra «cosa», no caigamos en la trampa.
Para terminar comparto este vídeo del simpático Aldo Narejos que alude al tema con ironía y sentido del humor. Os invito a que lo veáis, os echaréis unas risas.