Utilizar un sacaleches eléctrico no es tan fácil como nos cuentan en los anuncios publicitarios. No sé si a alguna de vosotras os chirría la cara de felicidad que tienen las modelos publicitarias mientras se depilan con la depiladora eléctrica, ¿os pasa? Con el extractor de leche eléctrico pasa un poco lo mismo. Ves a esa madre con el biberón a rebosar y crees que el aparato es una panacea; lo compras felizmente pero pronto compruebas que no es oro todo lo que reluce. No te preocupes, es cuestión de saber cómo utilizarlo.
Primera vez con el sacaleches eléctrico: sin prisas
Es importante que, antes de usar por primera vez tu sacaleches eléctrico, leas detenidamente las instrucciones de uso a fin de seguir las recomendaciones del manual. No todos los extractores funcionan del mismo modo, por lo que deberás tener nociones de teoría básica antes de utilizar el aparato.
Del mismo modo y si aún no tienes experiencia, no dejes para última hora el proceso de extracción de leche. Si te incorporas a trabajar la próxima semana, comienza a usar el sacaleches con tiempo; la prisa puede ser la única responsable de que tu torrente de leche no fluya como es debido.
Ponte cómoda y relájate
Otro de los factores determinantes a la hora de usar el sacaleches eléctrico es la comodidad y la relajación que poseas en el momento de la extracción. Busca un sillón cómodo y aclimata el ambiente para que te sientas lo más relajada posible. Pon un poco de música y aléjate del teléfono por un momento.
Asimismo y para evitar distracciones, es importante que tengas todo lo que puedas necesitar a mano: tetina, biberón, empapaderas, bolsas de almacenamiento de leche, toallitas húmedas, etcétera. No olvides colocar cerca tuya una botella de agua, la sensación de sed aparecerá cuando menos te lo esperes.
Busca tu momento perfecto
Mucho se habla sobre el momento más idóneo para extraer la leche materna, pero lo cierto, es que lo que a unas mujeres le funciona a otras no, y viceversa. Hay quienes extraen una mayor cantidad de leche al poco tiempo de que el bebé vacíe ambos pechos y hay quienes se fijan momentos concretos entre tomas a lo largo del día. También puede que, en tu caso, prefieras usar el extractor al mismo tiempo que tu bebé se amamanta del otro pecho. Todas las formas son válidas siempre que a alguien les funcionen.
Lo que sí te aconsejo es que, una vez encuentres tu mejor momento, intentes serle fiel diariamente para acostumbrar a tu cuerpo a la nueva demanda de leche. Poco a poco, sentirás cómo aumenta el volumen de tu leche coincidiendo con la rutina marcada.
¿Cuánto tiempo dedicarle a la extracción de leche?
Los primeros días, es aconsejable dedicar al menos 10 – 15 minutos por pecho a la extracción de leche materna. No te alarmes si al principio no consigues extraer mucha cantidad, es algo totalmente normal. Si no te resulta incómodo, puedes probar a utilizar la extracción doble para ahorrar algo de tiempo en el proceso.
Sigue estimulando tu secreción de leche durante este tiempo hasta que tus senos comiencen a producir un mayor volumen. En unas semanas podrás ajustar el tiempo atendiendo a la cantidad de leche que quieras o necesites extraer. Puedes aprovechar la toma de tu bebé para extraer la leche del seno libre; de este modo, la magia puede ocurrir por sí sola y el hecho de tener a tu bebé tan cerca podría ayudar a la estimulación productiva.
Ten en cuenta que los sacaleches eléctricos producen una sensación de succión algo más agresiva que la que realiza un bebé. A veces, es necesario experimentar cierta tensión en el seno para que la leche salga a través de pezón; de nuevo, quiero decirte que esto es algo totalmente normal a lo que finalmente acabarás acostumbrándote. Vigila la higiene durante todo el proceso y no olvides almacenar la leche en la nevera inmediatamente después de extraerla.